MORADA DE NOBLES Y VASALLOS
Sus piedras cinceladas a mano, sus elevadas torres, el paseo por sus rondas, la visita al Castillo Viejo y el descubrimiento del Palacio Nuevo nos permiten imaginar épocas pasadas, sentir la presencia de sus moradores, ser partícipes de su legado.
El Castillo de los Templarios es la suma de los distintos elementos que lo conforman. Si bien estamos ante un recinto amurallado bien delimitado, nos encontramos con que sus torres, tramos y edificaciones interiores han sido obra de diversos señores que han dejado constancia de su paso a través de inscripciones y escudos que, en ocasiones, lejos de arrojar mayor luz generan confusión.
Identificamos las siguientes partes principales:
- la zona amurallada con sus rondas y cinco torres;
- el Castillo Viejo y sus cuatro torres;
- el Palacio Nuevo;
- un extenso espacio al aire libre (pallozas).