DECLIVE Y RESURGIMIENTO / SIGLOS XIX - XXI

Fotografía de Gustavo LuzzatiCastillo (1892-1909)
Fotografía de Gustavo LuzzatiCastillo (1892-1909)

Con la llegada de la época moderna el Castillo de los Templarios vivió sus peores años.

A punto de convertirse en ruina, finalmente fue protegido como Monumento Nacional en 1924 y posteriormente catalogado como BIC (Bien de Interés Cultural).

Estos dos últimos siglos no han sido especialmente benévolos con el Castillo de los Templarios. Parte de sus piedras serán reutilizadas fuera del Castillo para dar forma a otras edificaciones. Así pues, en el exterior del Castillo, entre las torres Malvecino y Malpica, se inició en 1848 la construcción de “Las Cuadras” con piedras traídas del antiguo Convento del Carmen. Actualmente este edificio alberga la Oficina Municipal de Turismo.

En años sucesivos, se levantarían, anexas al Castillo, diversas casas, patios y bodegas que poco a poco fueron invadiendo el foso exterior, debilitando las cimentaciones de la fortaleza en este frente. Igualmente, encontramos piedras con la Tau del Castillo en el antiguo cementerio del Carmen de Ponferrada, junto al albergue de los peregrinos, y en la vecina iglesia de San Andrés.

1908 será un año importante para Ponferrada, pues el rey Alfonso XIII le concederá el título de “ciudad”. Durante los siguientes años se produce el despegue económico y urbanístico de la ciudad, unido a la actividad minera y a la construcción del ferrocarril Ponferrada – Villabino en 1918. A lo largo del siglo XX se asientan importantes empresas (MSP, Endesa, Roldán) y surgen nuevas actividades económicas ligadas a la riqueza y particularidad del terreno.

En 1923 el Castillo sufre una de sus peores crisis al proyectar en su interior un campo de fútbol para lo cual se hizo una gran explanada. Un año más tarde, en 1924, la fortaleza sería declarada Monumento Nacional evitando así acciones que pudieran poner en peligro su integridad, aunque sin llevar a cabo ninguna obra para su protección, rehabilitación y disfrute.

El abandono de la fortaleza es tal que en 1994 se cierra al público por peligro de hundimiento. Se constata entonces como obligada la puesta en valor, defensa y recuperación del Castillo. De esta forma, promovido por el Ayuntamiento de Ponferrada y de la mano del arquitecto Fernando Cobos Guerra, surge a partir de 1994 el Plan Director. Tuvo como objetivo acometer la labor de esclarecimiento histórico y de recuperación de los espacios degradados del Castillo, respetando la planimetría original.

Vista exterior Palacio Nuevo con acceso a la ronda alta
Vista exterior Palacio Nuevo con acceso a la ronda alta
Edificio Las Cuadras,1848. Oficina de Turismo
Edificio Las Cuadras,1848. Oficina de Turismo

Entre sus acciones se llevó a cabo el derribo de las casas que estaban adosadas a las murallas, la última en el año 2000. Este hecho permitió al Castillo recuperar parte de su espacio natural y dio lugar a nuevas zonas para el esparcimiento y el paseo. Las obras de restauración en las salas del Palacio Nuevo concluyen en el 2010 con la inauguración la exposición “Templum Libri”.

Vista exterior del Castillo con iglesia de San Andrés a su derecha
Vista exterior del Castillo con iglesia de San Andrés a su derecha

A lo largo del siglo XX el Camino de Santiago resurge con fuerza gracias a un esfuerzo común para poner en valor este recorrido. Se restauran tramos, mejoran las infraestructuras y señalización del Camino.

A los motivos religiosos se unen los valores culturales, espirituales y deportivos que convierten al Camino de Santiago en el Primer Itinerario Cultural Europeo (1987), distintivo otorgado por el Consejo de Europa.

Como desde hace siglos, los visitantes que hoy llegan al Castillo encuentran en la clave del arco de entrada la Tau, que en este caso adquiere un doble sentido: símbolo de protección de los peregrinos y divisa del Condado de Lemos.

Actualmente el Castillo de los Templarios ha recuperado el protagonismo e importancia de épocas pasadas y se ha convertido en el emblema más representativo de Ponferrada.