LAS LEYENDAS DEL CASTILLO. CUANDO LOS LÍMITES ENTRE LEYENDA Y REALIDAD SE CONFUNDEN

Sin duda las leyendas ayudan a despertar la curiosidad y motivan el interés de cuántos las escuchan. Lo mismo sucede con las historias relacionadas con el Castillo de los Templarios de Ponferrada. Su relato nos ayuda a crearnos diferentes visiones, a menudo ilusorias y románticas, de la fortaleza. Vamos a repasar las leyendas del Castillo más conocidas.

La Morenica

Con el nombre de la Morenica se conoce a la Virgen de la Encina, patrona del municipio de Ponferrada y de la comarca del Bierzo. A simple vista, lo primero que la atención es su color, ya que es una de las pocas vírgenes negras que existen.

Sus orígenes son inciertos, pero según la leyenda está relacionada con Tierra Santa y la Orden del Temple. Se dice que esta talla fue traída en el año 450 por Santo Toribio, obispo de Astorga, desde Tierra Santa hasta el Bierzo. Siglos más tarde y ante la amenaza de invasión por parte de los musulmanes, San Genadio escondería la Virgen y no se supo de su ubicación hasta siglos más tarde. Los Templarios del Castillo de Ponferrada necesitaron de gran cantidad de madera para afrontar diversas obras en la fortaleza. Un 8 de septiembre, durante las labores de talado de árboles, descubrirían la talla siglos antes desaparecida en el interior del tronco de una encina. Este hallazgo hizo que la Virgen tomara el nombre de Virgen de la Encina.

La Morenica o Virgen de la Encina
La Morenica o Virgen de la Encina
La Cueva la Mora en la ronda del Sil
La Cueva la Mora en la ronda del Sil

La Cueva la Mora

La Cueva la Mora está estrechamente relacionada con las leyendas del Castillo. Ciertamente existió dicha cueva y actualmente quedan vestigios de su construcción. Durante la época del Primer Conde de Lemos, Pedro Álvarez Osorio, realiza diversas obras en la fortaleza para mejorar su sistema defensivo. Entre ellas se encuentra la realización de una mina o pasadizo que comunicaba el castillo con el río Sil.

La mina nace en la ronda del Sil y finaliza en una cueva, la Cueva la Mora, desde donde cogían agua para abastecer el Castillo. La protección de este acceso era de vital importancia, sobre todo en épocas de asalto, ya que garantizaba el abastecimiento de agua potable a cuantos vivían en la fortaleza.

La cueva recibe su nombre de una leyenda extendida por el Bierzo, según la cual los moros habitaban en cuevas subterráneas en las que escondían sus tesoros. En dicha cueva habitaría una mora que aguardaba consigo diversos tesoros.

Castillo de Cornatel

Si bien no se han encontrado pruebas que lo argumenten, hay una creencia popular que asegura que el Castillo de Ponferrada se comunicaba con el de Cornatel a través de un pasadizo secreto.

Ambos castillos, entre muchos otros, pertenecieron al Primer Conde de Lemos. En el Castillo de Ponferrada afrontaría la mayor parte de las obras de ampliación y las mejoras en su sistema defensivo. El Palacio Nuevo, el puente levadizo, la Cueva la Mora y diversas torres corresponden con dicha época. Sus últimos días los pasaría en el Castillo de Cornatel, donde se retiraría para morir en paz.

Anterior al Conde de Lemos, serían los templarios los poseedores de dichas fortalezas. A ellos se les atribuye la construcción de un túnel que salvaba los 10 kilómetros de distancia entre ambos castillos. Según las leyendas del Castillo, el túnel partiría del Castillo de Cornatel, o Castillo de Ulver para los templarios, y entroncaría con el Castillo de Ponferrada en la Cueva la Mora.

Vista general del Castillo de Cornatel
Vista general del Castillo de Cornatel
El Arca de la Alianza portada por caballeros templarios
El Arca de la Alianza portada por caballeros templarios

El Arca de la Alianza

El Arca de la Alianza y el Santo Grial son dos de los símbolos más importantes de la cristiandad relacionados con la Orden del Temple.

Según la tradición, el Arca de la Alianza es un cofre sagrado que contenía las Tablas de la Ley donde se recogían los Diez Mandamientos que dios entregó a Moisés en el monte Sinaí. El arca estaba fabricada en madera de acacia y tenía una cubierta era de oro macizo sobre la cual había dos querubines de oro con alas extendidas. Para portar el arca se utilizaban largos varales de madera para evitar que los portadores tocasen el arca. Algunas leyendas apoyan la creencia de que los templarios, como protectores de las reliquias religiosas en Tierra Santa, traerían el Arca a Europa para proseguir con su custodia. El historiador británico Cove-Jones no solo apoyó dicha teoría sino que mandó construir una vidriera para una iglesia donde aseguraba que se incluirían pistas sobre la localización del Arca.

El Grial durante la Noche Templaria
El Grial durante la Noche Templaria

El Grial

Se conoce con el nombre de Grial a la copa o recipiente utilizado por Jesús en la Última Cena. Entorno a este objeto circulan infinidad de leyendas, algunas relacionadas con los celtas, otras con el Rey Arturo y también con los caballeros templarios.

A los templarios se les atribuye el hallazgo de esta reliquia a la cual se le asignan numerosos poderes. Según la leyenda, durante la época de las Cruzadas, los soldados templarios regresaban de Tierra Santa con importantes reliquias y botines, entre los que se encontraba el Grial.

Aunque no se tiene la certeza sobre ninguna, existen diversas réplicas que aseguran ser el auténtico Grial. El misterio sigue sin resolverse e invita a alimentar las leyendas.

Durante la celebración de la Noche Templaria se recrea un multitudinario desfile templario en el que es portado el Arca de la Alianza y el Grial hasta el interior de la fortaleza, cobrando así vida una de las más notables leyendas del Castillo de los Templarios.

Fernando IV

El rey Fernando IV tomará posesión del Castillo de los Templarios en el siglo XIV, tras la disolución de la Orden del Temple por mandato de Papa Clemente V. Su reinado será breve y su muerte le llevará a conseguir el sobrenombre de “El Emplazado”.

En esta ocasión leyenda y realidad se mezclan para poner fin a los días del Rey. Fernando IV ordena ajusticiar a dos hermanos, los Carvajal, acusados de dar muerte a Juan Alonso Benavides, protegido del rey. Los Carvajal aseguraban su inocencia momentos antes de ser sometidos a un final cruel. La sentencia les ordenó a ser introducidos en el interior de una jaula de hierra provista de puntas afiladas, y ser arrojados desde los alto de la Peña de Martos. Antes de morir los hermanos maldijeron al rey indicando que en treinta días rendiría cuentas a Dios. El 7 de septiembre de 1312 vencía la fecha auspiciada por los hermanos. Fernando IV moría solo en su cama, sin motivo aparente, tras retirarse a su lecho a descansar.

Fernando IV el Emplazado
Fernando IV el Emplazado