PROTECCIÓN Y DEFENSA / SIGLOS DE HISTORIA
La muralla conserva el perímetro original de la cerca levantada en el siglo XII, antes de la llegada de los templarios, y delimita un espacio de 8.000 metros cuadrados.
La Orden del Temple mejoró el muro en su exterior y sus posteriores señores, especialmente el Conde de Lemos, implementarían rondas y torres para ampliar su poder defensivo.
Así pues, un total de tres rondas servían para vigilar y proteger el Castillo a lo largo de todo su perímetro:
- Ronda del Sil. Discurre por el tramo de muralla que da al margen del río Sil, entre el Castillo Viejo y la Torre de Moclín. Esta ronda es de menor altura ya que esta zona estaba protegida de forma natural por la escarpada pendiente y el río.
- Ronda Alta. Bordea todo el frente y este de la fortaleza, desde la Torre de Moclín hasta el Castillo Viejo.
- Ronda Baja. Como su propio nombre indica, discurre en un nivel inferior a la ronda alta.