El Castillo de Cornatel está ligado al Castillo de los Templarios a través de los templarios y de la figura del Conde de Lemos. Pertenece este castillo al municipio de Priaranza del Bierzo y al igual que el Castillo de los Templarios, está declarado Bien de Interés Cultural.
Externamente es notable como la fortaleza se asienta sobre un promontorio rocoso cortado hacia el este y el norte por un barranco. Su estratégica situación era una gran arma defensiva frente a sus enemigos.
El Castillo de Ulver
Sobre sus orígenes hay varias teorías, siendo la que cobra más fuerza la que lo relacionan con el Castelo de Ulver y lo ligan con la presencia romana y la cercana explotación aurífera de Las Médulas.
A comienzos del siglo XI aparece con importancia el castillo de Ulver. Esta posesión pasará a manos de la Orden del Temple en el siglo XIII, que permanecerán en la fortaleza hasta el año 1312, cuando la Orden sea extinguida por mandato papal. Posteriormente el castillo pasa a Álvar Núñez Osorio y luego a Pedro Fernández de Castro.
Mención al Castillo de Cornatel
Será en el 1378 cuando aparezca por primera vez el nombre de Cornatel asociado al castillo. La fortaleza vuelve a las manos de la familia Osorio hasta llegar a Pedro Álvarez Osorio, primer Conde de Lemos.
En 1467 sufre la Revuelta Irmandiña, el castillo es tomado y casi totalmente destruido. El primer Conde de Lemos ordenará su reconstrucción y será el lugar escogido por el mismo como lecho de muerte en 1483. La muerte del Conde abre un conflicto familiar por su herencia y obligan a intervenir a los Reyes Católicos que crean el marquesado de Villafranca para Juana Osorio, hija del conde de Lemos, y su marido. Entre sus bienes se encontraría el Castillo de Cornatel.
Estado actual
En el año 2002 el castillo es parcialmente restaurado y se mejora la seguridad del mismo para posibilitar su acceso y visita. Cuenta con un museo donde se reflejan las fases de construcción del castillo y una exposición de armas medievales pertenecientes a la asociación Caballeros de Ulver.