El Cristo de la Fortaleza es una talla de madera policromada datada a caballo entre el siglo XIII y XIV. De autor desconocido, su estilo denota la transición entre el arte románico y el gótico. Es llamativa como esta imagen representa a Cristo crucificado y coronado con corona de rey y no de espinas.
Se tiene constancia que esta escultura fue motivo de culto en desaparecida capilla templaria del Castillo. Posteriormente fue llevado a la Iglesia de San Andrés.
El Cristo de las Maravillas o de la Fortaleza tiene un gran valor. De ahí la necesidad de realizar una réplica para uso procesional y actos religiosos. Será la Hermandad de Jesús Nazareno la responsable de este encargo. La nueva talla fue realizada por los artesanos de Puente de Órbigo, Javier Alonso Fernández y Pedro Antonio Andrés. La obra ha sido posible en gran parte gracia a la aportación económica de diversas personas, cuyos nombres han quedado registrados en un documento guardado en el interior de la talla.
El Cristo de la Fortaleza visita el Castillo de los Templarios
Una fidedigna réplica del Cristo de la Fortaleza es portada durante la procesión del Vía Crucis de Semana Santa desde la Iglesia de San Andrés, hasta el interior del Castillo. En el patio de la fortaleza se desarrollan las catorce estaciones, explicadas de forma narrativa y en directo. El Cristo de la Fortaleza y el Cristo de la Esperanza recorren, porteados a hombros, la muralla del Castillo. Un acto de gran belleza que acaba caída la noche y que cada año recibe más visitas.