La figura del Duque de Arjona se asocia con el Castillo de los Templarios en parte por la existencia de una torre que lleva su nombre. Pero, ¿quién fue este personaje?
¿Quién fue el Duque de Arjona?
El Castillo de los Templarios pasa a manos del Duque de Arjona tras la disolución de la Orden del Temple, durante el siglo XIV.
Fadrique Enríquez, más conocido como Duque de Arjona, era hijo y heredero de Pedro Enríquez de Castilla (nieto de Alfonso XI). A la muerte de Pedro Enríquez, Fadrique Enríquez heredó, entre otros, los condados de Trastámara y Lemos y el señorío de Sarria. Recién estrenado el siglo XV, en el año 1400, el rey Enrique III le concede el título de conde de Trastámara. Años más tardes, en 1423, sería nombrado Duque de Arjona y tras otros nombramientos pasó a convertirse en el hombre más poderoso del reino de Galicia.
Perdería gran parte de sus títulos y posesiones en 1429, al perder el favor del rey Juan II de Castilla. Moriría al año siguiente en el castillo de Peñafiel, bajo la incertidumbre de haber sido asesinado por orden del rey o haber muerto por causas naturales.
Fadrique Enríquez fue el último que usó los títulos unidos de Trastámara y Lemos. Aunque algunos autores le atribuyen tres hijos naturales, falleció sin hijos legítimos reconocidos, por lo que su hermana Beatriz de Castro sería su sucesora de Lemos.
Restos en el Castillo del Duque de Arjona
Lleva su nombre y se levanta en la zona del Castillo Viejo durante la segunda mitad del siglo XIV.
Se encuentra situada en el flanco del río Sil y llama su atención por su forma semicircular. Originalmente de 3 niveles, el paso del tiempo ha hecho mella en su estructura.
Su escudo permanece visible en el interior de la Torre de los Caracoles. Si bien se cree que fue colocado tras su muerte, por el primer Conde de Lemos. Sobre el emblema aparece el siguiente texto: “De Arjona Conde de Trastámara”.
La heredera del Duque
Con la muerte del Duque de Arjona, comienzan las disputas por su herencia. La primera interesada será su viuda, Aldonza de Mendoza. También entrará en la disputa la hermana del difunto duque, Beatriz de Castro, que reclama para ello su derecho ante al rey Juan II.
Así pues, si bien en un principio la herencia recaerá sobre la viuda, años más tarde volverá a Beatriz de Castro. Tras su paso por el convento de Santa Clara de Toledo, Beatriz abandonará toda obligación religiosa para pasar a convertirse en la primera mujer de Pedro Álvarez Osorio, primer Conde de Lemos.
Tras normalizar su matrimonio, Pedro y Beatriz tratarán de recuperar los bienes del duque de Arjona.