Cuando pensamos en el origen de los castillos es fácil asociarlos a la Edad Media. Pero lo cierto es que este tipo de edificación es mucho anterior.
Origen etimológico
La palabra castillo proviene del latín, castellum, que es un diminutivo de castrum. De esta forma es como los romanos denominaban a los campamentos fortificados de los nativos de otras tierras. Por lo que podemos indicar que castillo vendría a significar “pequeño campamento fortificado”.
Este concepto inicial ha ido variando a lo largo de los siglos, debido al uso de la palabra castillo para gran cantidad de edificaciones diferentes.
Los primeros castillos
En el neolítico se construyeron castros y fortificaciones en colinas para defenderse. Muchos de ellos utilizaban fosos y empalizadas. Se podrían considerar a estas primeras construcciones como el origen de los posteriores castillos.
Castillos en la Edad Media
Nuestra asociación con la Edad Media responde al hecho de que fue precisamente durante esta época cuando hubo mayor proliferación de castillos. Eran momentos convulsos, de gran revuelta social e inseguridad. Los castillos se convirtieron en la residencia de nobles y señores feudales e incluso reyes.
Se caracterizaban por tener un desarrollado sistema defensivo, con murallas o rondas, torres, puente levadizo, foso… Su ubicación también atendía a fines estratégicos. Se buscaban colinas y lugares de difícil acceso.
Abandono de los castillos
A partir del siglo XVI – XVII los nobles empiezan a abandonar los castillos para instalar su residencia en palacios. Gustan de construcciones barrocas y toman como ejemplo las villas y palacios italianos.
El Castillo de Ponferrada
Aunque su origen es mucho anterior, lo cierto es que el Castillo de Ponferrada cobra especial protagonismo con la llegada de los templarios. Será esta orden militar la que refuerce su cerca o sistema defensivo. Como orden religiosa, los templarios se instalan en el Castillo con el objetivo de proteger el paso del Camino de Santiago y a los peregrinos. Aquí comenzará la historia de este Castillo que posteriormente será ocupado por grandes personajes. Destaca entre todos ellos el primer Conde de Lemos, debido a la gran cantidad de obras, mejoras y ampliaciones realizadas bajo sus órdenes.