El Castillo de los Templarios es el escenario elegido para rememorar la revuelta de los Irmandiños más de 500 años después.
Quiénes fueron los irmandiños
Los irmandiños fueron tropas populares formadas por labradores e hijos de caballeros que se unieron para sublevarse contra los señores de Galicia en el siglo XV. Está considerada como una de las mayores revueltas sociales de Europa. Durante esa época el Conde de Lemos tenía la posesión del Castillo de Ponferrada junto múltiples propiedades, gran parte en la vecina Galicia: Cornatel, Villafranca, Corullón, Balboa, Serracín, Monforte de Lemos, Sarria, Castro Caldelas…
Consciente del gran peligro que corre con la revuelta gallega, ordena el 8 de febrero de 1465 a su alcaide de Monforte de Lemos que entregue a su hijo Alonso, el cual toma posesión de Monforte 4 días más tarde. Los irmandiños respetan a Alonso pero tras su muerte por la peste en 1467, las posesiones del condado de Lemos son atacadas. Destruyen gran parte de las fortalezas gallegas y bercianas.
En septiembre de 1467 la revuelta cerca Ponferrada y pone en peligro la caída del Castillo. El rey Enrique IV solicita al Conde de Trastámara, gran enemigo del Conde de Lemos, que cese en su apoyo a la revuelta. Petición que acata a cambio de la entrega de las villas de Sarria y Chantada por parte de Don Pedro Álvarez Osorio. Con este acuerdo el Castillo de Ponferrada se libra de su inminente derrota y los irmandiños son vencidos.
Recreación de la revuelta de los irmandiños en Ponferrada
El evento se celebra en Ponferrada al finalizar el verano y completa esta actividad con visitas guiadas, talleres y charlas explicativas.
El pasado año se recreó la revuelta de los Irmandiños en el Castillo de los Templarios del 21 al 23 de septiembre. La asociación de recreación histórica Caballeros de Ulver es la encargada de escenificar el asedio, batalla y posterior derrota de los Irmandiños por parte del entonces señor del Castillo, Don Pedro Álvarez Osorio. Durante ese fin de semana el Castillo recibió a 3.400 visitantes que pudieron disfrutar de un pedazo de la historia del Castillo de los Templarios.