En apariencia Eduardo Chillida y el Castillo de los Templarios no tienen nada en común. Pero su vínculo se encuentra a través de la obra del artista y su presencia en la exposición Templum Libri.
Primeros años de Eduardo Chillida
Eduardo Chillida nació en San Sebastián en 1924. Está considerado como uno de los escultores españoles más importantes del siglo XX.
Se crio en el seno de una familia tradicional, de marcadas creencias católicas. Tras cursar estudios de primaria y secundaria en los Maristas de San Sebastián, se trasladó a Madrid para realizar la carrera de arquitectura. En 1947, tras cuatro en la capital, abandona la carrera para dedicarse en exclusiva al dibujo y la escultura. Curiosamente sus dotes artísticas las compaginó durante varios años con su carreras futbolística como portero, llegando a ser titular de la Real Sociedad.
Chillida en el extranjero
En 1948 se traslada a París donde toma contacto con las obras y los artistas del momento: Pablo Palazuelo, Picasso, Julio González y Constatin Brancusi.
En su regreso a España se instala en el País Vasco con su mujer. Su trabajo en la fragua de Hernani le lleva a aprender lo secretos de la forja. En 1951 crea su primera escultura abstracta: Ilarik. Esta obra representa parte de los valores que marcarían su trayectoria artística: el uso del hierro y la madera, el juego con el espacio, el vacío y los volúmenes.
Su participación durante los años cincuenta en exposiciones internacionales fomentan su reconocimiento artístico. A lo largo de su vida experimentó y creó con diversos materiales: madera, hierro, acero, hormigón.
Sala II Templum Libri
La Sala II de la exposición permanente Templum Libri está dedicada a las Ciencias y Humanidades. Entre su colección se encuentras firmas de autores mundialmente famosos como Picasso.
En la sección de “Humanidades, Arte y Obra gráfica” contamos con la presencia de una obra con ilustraciones de Chillida. El Cántico espiritual y poesía completa de San Juan de la Cruz ilustrado por Chillida, por editorial Planeta en 2007.