El Castillo de los Templarios de Ponferrada está catalogado como Bien de Interés Cultural, más conocido por las siglas BIC.
Qué es un Bien de Interés Cultural
BIC es una figura jurídica que tiene objeto la protección del patrimonio histórico español. Dicha figura está regulada por la Ley 16/1985, de 25 de junio, del Patrimonio Histórico Español. Todos los BIC tienen un código de registro donde se hace constar la categoría del mismo y que pueden ser: Archivos (AR), Bibliotecas (BI), Museos (MU), Monumento (51), Jardín histórico (52), Conjunto histórico (53), Sitio histórico (54), Zonas arqueológica (55) y Restauración arquitectónica (56). El Castillo de los Templarios está protegido bajo la categoría de Monumento.
Al amparo de la Ley 12/2002, de 11 de lulio, de Patrimonio Cultural de Castilla y León se crea el Inventario de Bienes del Patrimonio Cultural de Castilla y León. En dicho registro consta el Castillo de “El Temple” de Ponferrada.
Cuándo adquiere el Castillo la condición de BIC
Diferentes acontecimientos a lo largo del siglo XIX influyen en el deterioro y declive del Castillo. La falta de acuerdo y protección del monumento, su utilización para todo tipo de fines y el saqueo de parte de piedras hacen que la construcción quede comprometida.
Todo ello propició que el 7 de febrero de 1924 el Castillo fuera declarado Monumento Nacional. Esta nueva condición hizo que la fortaleza quedase bajo la custodia del Estado con la supervisión de la Comisión Provincial de Monumentos. Aunque no se abordaron obras para su recuperación, se evitó un deterioro aun mayor. Y se le otorgó al Castillo la consideración de construcción de gran valor histórico, patrimonial y arquitectónico de España.
Esta protección cambió su denominación en el año 1985. Fue entonces cuando se sustituye la catalogación de Monumento Nacional por la figura de Bien de Interés Cultural. Por tanto, podemos decir que el Castillo goza de protección por ley desde 1924, primero como Monumento Nacional y posteriormente como reconocido Bien de Interés Cultural.
Para conseguir la declaración de BIC ha de seguirse una tramitación exhaustiva. El expediente incorpora datos sobre la historia con documentación bibliográfica que así lo demuestre, estilo y autor o autores de la obra, uso del inmueble, estado de conservación…
El 28 de abril de 1999 se publica en el BOCYL el Decreto 79/1999, de 22 de abril, sobre la delimitación del entorno de protección del Castillo. De esta forma se protege no solo el monumento en sí sino su entorno más próximo.
La declaración del Castillo como Bien de Interés Cultural puso en marcha el mecanismo de recuperación de la fortaleza. En 1994 el Plan Director comienza dicha labor, recuperando y rehabilitando espacios de los que podemos disfrutar hoy en día.
Fotografía de Gustavo Luzzati. Castillo (1892-1909)